Una de las mayores riquezas del territorio bergamasco es la abundancia de agua.
Los grandes ríos Adda, Oglio, Serio y Brembo, los dos lagos Endine e Iseo y los encantadores espejos de agua en las cumbres de los alpes Oróbicos dan lugar a un paisaje variopinto que admirar y que vivir a través de las numerosas disciplinas deportivas.