La primera exposición del actual Museo Arqueologico se encontraba en la Loggia debajo del Palazzo della Ragione, en Piazza Vecchia, donde fue creada como “Colección de antiguallas” y contaba con un serie de epígrafes. Desde entonces la colección cambió su sede muchas veces, debido a la necesidad constante de espacio por el gran número de donaciones de material a lo largo de sus cinco siglos de vida. En 1960 el Museo se trasladó en un esplendido lugar histórico, perfecto para la gran cantidad de restos para exhibir: de hecho, hoy en día la colección se halla en el Palacio de la Cittadella,d el siglo XIV, construido por la familia Visconti que en aquella época dominaba Milán. El valor histórico del museo se percibe ya al mirar las paredes de este lugar.
Visitar el Museo es como viajar a través de la historia de Bérgamo y su territorio, desde las orígenes prehistóricas hasta la dominación longobarda en la Edad Media.
No es raro encontrar a grupos de estudiantes y niños. De hecho, el Centro Didattico-culturale, ya “Gruppo Guide del Museo” fundado en 1981, le da al museo un fuerte espíritu didáctico, organizando muchas visitas guiada, talleres y actividades dedicadas tanto a los niños como a los adultos.
El museo nómade: las otras sedes históricas de la colección.
En 1770 la colección se trasladó de su primera sede al palacio encima del Fontanone, donde permaneció hasta 1818, el año en el cual fue desmembrada y dividida.
Entretanto, se formaron otras colecciones, como la destacada donación por parte del conde Paolo Vimercati Sozzi, formada por restos provenientes por toda la provincia y por materiales encontrados por casualidad en distintas excavaciones y registrados sucesivamente en la revista “Notizie Archeologiche Bergomensi”, publicada por el Profesor Gaetano Mantovani en 1900.
todas las colecciones se reunieron por primera vez en la fortaleza de la Rocca a comienzos de los años Treinta, pero debido a la guerra los restos tuvieron que ser escondidos. Solamente en 1960 el Museo logró encontrar su sede permanente.
La primera exposición del actual Museo Arqueologico se encontraba en la Loggia debajo del Palazzo della Ragione, en Piazza Vecchia, donde fue creada como “Colección de antiguallas” y contaba con un serie de epígrafes. Desde entonces la colección cambió su sede muchas veces, debido a la necesidad constante de espacio por el gran número de donaciones de material a lo largo de sus cinco siglos de vida. En 1960 el Museo se trasladó en un esplendido lugar histórico, perfecto para la gran cantidad de restos para exhibir: de hecho, hoy en día la colección se halla en el Palacio de la Cittadella,d el siglo XIV, construido por la familia Visconti que en aquella época dominaba Milán. El valor histórico del museo se percibe ya al mirar las paredes de este lugar.
Visitar el Museo es como viajar a través de la historia de Bérgamo y su territorio, desde las orígenes prehistóricas hasta la dominación longobarda en la Edad Media.
No es raro encontrar a grupos de estudiantes y niños. De hecho, el Centro Didattico-culturale, ya “Gruppo Guide del Museo” fundado en 1981, le da al museo un fuerte espíritu didáctico, organizando muchas visitas guiada, talleres y actividades dedicadas tanto a los niños como a los adultos.
El museo nómade: las otras sedes históricas de la colección.
En 1770 la colección se trasladó de su primera sede al palacio encima del Fontanone, donde permaneció hasta 1818, el año en el cual fue desmembrada y dividida.
Entretanto, se formaron otras colecciones, como la destacada donación por parte del conde Paolo Vimercati Sozzi, formada por restos provenientes por toda la provincia y por materiales encontrados por casualidad en distintas excavaciones y registrados sucesivamente en la revista “Notizie Archeologiche Bergomensi”, publicada por el Profesor Gaetano Mantovani en 1900.
todas las colecciones se reunieron por primera vez en la fortaleza de la Rocca a comienzos de los años Treinta, pero debido a la guerra los restos tuvieron que ser escondidos. Solamente en 1960 el Museo logró encontrar su sede permanente.
RAGGIUNGERE:
Parcheggio:
a 150 metri (Largo colle Aperto): 3 posti auto riservati a norma; possibilità di richiesta pass per parcheggio in piazza Cittadella.
Mezzi pubblici:
a 150 metri (Largo Colle Aperto): fermata capolinea autobus linea 1; altezza gradino 15 cm; bus attrezzato con pedana manuale.
Percorso pedonale di avvicinamento da parcheggi e fermata bus: in piano e adeguato per larghezza e tipo pavimentazione; privo di segnalazioni tattilo-plantari.
ENTRARE:
Ingresso in piano preceduto da pavimentazione in lastre di pietra leggermente sconnesse.
Bancone biglietteria altezza= 100 cm
Accesso a sale espositive in piano, direttamente dalla biglietteria
VISITARE:
Percorso espositivo quasi tutto a piano terra, più uno spazio soppalcato raggiungibile attraverso scale e una piattaforma elevatrice (larghezza porta 80 cm; cabina 80x120; portata 250 kg)
Molti oggetti sono collocati in espositori posti ad altezza di 110 cm e i cartellini, appoggiati in piano sono poco leggibili.
Non sono presenti accorgimenti per non vedenti.
USARE IL BAGNO:
Bagno accessibile al piano terra a fianco alla biglietteria.
Porta 85 cm con apertura esterna; locale 190x200 cm; wc altezza 52 cm, accostamento frontale e laterale; presenza di maniglioni; doccino per bidet; lavabo ergonomico altezza 80 cm, con specchio inclinato.
Valutazione sintetica
Persona con disabilità motoria: accessibile in autonomia.
Persona con disabilità visiva: poco fruibile.
Gallery
Parcheggi riservati in Colle Aperto
Fermata Autobus linea 1 all'arrivo in Colle Aperto
Fermata autobus linea 1 in partenza da Colle Aperto
Percorso di avvicinamento alla Piazza della Cittadella
Percorso di avvicinamento - Piazza della Cittadella
Ingresso del museo
Biglietteria
Una delle sale espositive
Una delle sale espositive
Ascensore
Bagno accessibile
Bagno accessibile - dettaglio lavabo