300 g de harina de maíz “spinato” de di Gandino De.Co.
1,2 l de agua
10 g de sal gruesa
300 g de calabaza
2 cucharas de aceite extra virgen de oliva “laghi Lombardi D.O.P.-Sebino”
sal
pimienta
100 g de grana padano D.O.P.
100 g de nata
trufa negra de Bracca
10 g de mantequilla
Dentro de un gran plato blanco destaca esta media esfera de polenta de maíz “spinato” y cubitos de calabaza cremosa. Añade la trufa negra picada y dorado en mantequilla. Completa esta maravilla vertiendo la fondue de Grana Padano: déjate llevar por estos perfumes intensos y disfruta con un sabor único.
Hervir el agua en la caldera, añadir la sal, reducir la intensidad del fuego y añadir la harina lentamente, revolviendo con una batidora para que no se formen grumos. Cocer durante 50/60 minutos mezclando muy a menudo con una cuchara de madera (o bien con una caldera eléctrica). Entre tanto, saltear la calabaza en cubitos con aceite y cocinarla hasta que se convierta casi totalmente en una crema. Añadirla a la polenta durante los últimos 5 minutos de cocción, junto con la trufa picada y estofada en poca mantequilla.
Preparar la fondue de Grana derritiendo el queso con nata caliente.
Componer el plato formando una cúpula de polenta con la calabaza aromatizada con trufa y decorar con los cubitos de calabaza estofados y una rodaja de trufa de Bracca, vertiendo la crema de Grana Padano D.O.P.
Curiosidad:
Si no tienes la trufa negra de Bracca, puedes aromatizar la calabaza con romero picado y decorar la polenta con una ramita de romero y algunas flores.
Dentro de un gran plato blanco destaca esta media esfera de polenta de maíz “spinato” y cubitos de calabaza cremosa. Añade la trufa negra picada y dorado en mantequilla. Completa esta maravilla vertiendo la fondue de Grana Padano: déjate llevar por estos perfumes intensos y disfruta con un sabor único.
Hervir el agua en la caldera, añadir la sal, reducir la intensidad del fuego y añadir la harina lentamente, revolviendo con una batidora para que no se formen grumos. Cocer durante 50/60 minutos mezclando muy a menudo con una cuchara de madera (o bien con una caldera eléctrica). Entre tanto, saltear la calabaza en cubitos con aceite y cocinarla hasta que se convierta casi totalmente en una crema. Añadirla a la polenta durante los últimos 5 minutos de cocción, junto con la trufa picada y estofada en poca mantequilla.
Preparar la fondue de Grana derritiendo el queso con nata caliente.
Componer el plato formando una cúpula de polenta con la calabaza aromatizada con trufa y decorar con los cubitos de calabaza estofados y una rodaja de trufa de Bracca, vertiendo la crema de Grana Padano D.O.P.
Curiosidad:
Si no tienes la trufa negra de Bracca, puedes aromatizar la calabaza con romero picado y decorar la polenta con una ramita de romero y algunas flores.