La conexión entre Bérgamo y el protestantismo es más estrecha de lo que podría parecer a primera vista. Durante más de cuatro siglos, la ciudad ha albergado a una comunidad de fe evangélica que ha participado activamente en el desarrollo económico, social y urbano de la región a lo largo del tiempo.
Los primeros miembros de esta comunidad eran suizos que procedían de Glaris, Zúrich y los Grisones. Ingresaron a Italia a través del Paso de San Marco, cruzaron Valtellina, pasaron por Cornello dei Tasso y siguieron la Via Mercatorum hasta las llanuras. Eran principalmente comerciantes activos en el comercio de algodón y seda, cuyo hilado era, para Bergamo en el siglo XVI, una fuente importante de ingresos. Facilitados por la Feria anual de San Alejandro y el clima de tolerancia religiosa establecido por la República de Venecia, estos comerciantes se trasladaron definitivamente a la ciudad en el siglo XVIII, integrándose con el tejido social existente sin renunciar a su identidad.
Su agudeza empresarial se tradujo en éxito económico, y muchos reinvertieron en la industria textil, residencias familiares y obras benéficas. Permanecen diversas pruebas de este enriquecimiento cultural y artístico, que te permitirán descubrir el centro de Bérgamo bajo una nueva luz.
El punto de partida de este itinerario es el edificio monumental que quizás mejor refleje los destinos y el compromiso de la comunidad protestante de Bérgamo: Palazzo Frizzoni.
La conexión entre Bérgamo y el protestantismo es más estrecha de lo que podría parecer a primera vista. Durante más de cuatro siglos, la ciudad ha albergado a una comunidad de fe evangélica que ha participado activamente en el desarrollo económico, social y urbano de la región a lo largo del tiempo.
Los primeros miembros de esta comunidad eran suizos que procedían de Glaris, Zúrich y los Grisones. Ingresaron a Italia a través del Paso de San Marco, cruzaron Valtellina, pasaron por Cornello dei Tasso y siguieron la Via Mercatorum hasta las llanuras. Eran principalmente comerciantes activos en el comercio de algodón y seda, cuyo hilado era, para Bergamo en el siglo XVI, una fuente importante de ingresos. Facilitados por la Feria anual de San Alejandro y el clima de tolerancia religiosa establecido por la República de Venecia, estos comerciantes se trasladaron definitivamente a la ciudad en el siglo XVIII, integrándose con el tejido social existente sin renunciar a su identidad.
Su agudeza empresarial se tradujo en éxito económico, y muchos reinvertieron en la industria textil, residencias familiares y obras benéficas. Permanecen diversas pruebas de este enriquecimiento cultural y artístico, que te permitirán descubrir el centro de Bérgamo bajo una nueva luz.
El punto de partida de este itinerario es el edificio monumental que quizás mejor refleje los destinos y el compromiso de la comunidad protestante de Bérgamo: Palazzo Frizzoni.
Construido entre 1836 y 1840 por voluntad de Enrico Frizzoni, el último representante de una de las principales familias valdenses de la ciudad, Palazzo Frizzoni es un magnífico edificio de estilo neoclásico que hoy alberga el Ayuntamiento de Bérgamo. En su interior encontrarás salones bellamente decorados y una pinacoteca que conserva alrededor de 80 pinturas.
Dos calles que desembocan en la Piazza Matteotti también están vinculadas a la historia valdense: son Via Sant'Orsola y Via Borfuro, donde se encontraban, en el interior de viviendas privadas, las primeras iglesias "en casa" de los protestantes de Bérgamo, primero en Via Sant'Orsola con los Bonorandi y luego en Via Borfuro con los Mariton, emparentados con aquellos Blondel de quienes nacería Enrichetta, esposa de Alessandro Manzoni.
Para seguir el itinerario toma Via Borfuro y, al llegar al final, gira a la izquierda para tomar Via Sant'Alessandro. Después de unos 120 metros, a la izquierda encontrarás Via Sant'Orsola, que te llevará de vuelta cerca de Palazzo Frizzoni.
Construido entre 1836 y 1840 por voluntad de Enrico Frizzoni, el último representante de una de las principales familias valdenses de la ciudad, Palazzo Frizzoni es un magnífico edificio de estilo neoclásico que hoy alberga el Ayuntamiento de Bérgamo. En su interior encontrarás salones bellamente decorados y una pinacoteca que conserva alrededor de 80 pinturas.
Dos calles que desembocan en la Piazza Matteotti también están vinculadas a la historia valdense: son Via Sant'Orsola y Via Borfuro, donde se encontraban, en el interior de viviendas privadas, las primeras iglesias "en casa" de los protestantes de Bérgamo, primero en Via Sant'Orsola con los Bonorandi y luego en Via Borfuro con los Mariton, emparentados con aquellos Blondel de quienes nacería Enrichetta, esposa de Alessandro Manzoni.
Para seguir el itinerario toma Via Borfuro y, al llegar al final, gira a la izquierda para tomar Via Sant'Alessandro. Después de unos 120 metros, a la izquierda encontrarás Via Sant'Orsola, que te llevará de vuelta cerca de Palazzo Frizzoni.
El Palacio lleva el nombre de la familia que lo edificó y vivió aquí durante más de 90 años, hasta que Enrico Frizzoni decidió donarlo al Ayuntamiento de Bérgamo con su testamento. Diseñado por Rodolfo Vantini, el palacio fue realizado entre 1836 y 1840 en puro estilo neoclásico: de hecho, las doce lesenas corintias separando las ventanas de la fachada recuerdan la arquitectura clásica griega y romana, así como el porticado con las ocho columnas iónicas en el patio.
¡En ocasión de las celebraciones institucionales es posible visitar las salas del edificio! Por encima de la escalonada vas a encontrar la sala utilizada para las reuniones del Consejo.
En cambio, si entras en la Sala de los Espejos vas a admirar el maravilloso piso de mosaico con el escudo de armas de la familia Frizzoni, formado por dos flechas atadas por una cinta.
En la planta baja, la Galería de los Cardenales expone los retratos de los cardenales bergamascos, entre los cuales hay también él de Angelo Roncalli, futuro Papa Juan XXIII. Palazzo Frizzoni es también una pinacoteca: de hecho, aloja 80 cuadros provenientes de la Accademia Carrara.
Manteniendo Palazzo Frizzoni a tu izquierda, continúa recto y cruza Piazza Matteotti para llegar al paso peatonal. Gira a la izquierda aquí para tomar Viale Roma. Después de aproximadamente 130 metros, a la izquierda en el número 2/a, vas a encontrar otro edificio importante, en este caso vinculado también a la historia actual: el Templo de la Comunidad Evangélica.
Suele estar abierto los domingos por la mañana para los servicios religiosos, y es un ejemplo destacado de arquitectura neorrenacentista del siglo XIX.
Manteniendo Palazzo Frizzoni a tu izquierda, continúa recto y cruza Piazza Matteotti para llegar al paso peatonal. Gira a la izquierda aquí para tomar Viale Roma. Después de aproximadamente 130 metros, a la izquierda en el número 2/a, vas a encontrar otro edificio importante, en este caso vinculado también a la historia actual: el Templo de la Comunidad Evangélica.
Suele estar abierto los domingos por la mañana para los servicios religiosos, y es un ejemplo destacado de arquitectura neorrenacentista del siglo XIX.
Ubicado en la Città Bassa, frente a la sede del Banco de Italia, el Templo es el lugar de culto de la comunidad protestante de Bergamo.
Fue construido en la segunda mitad del siglo XIX según el diseño del arquitecto Giacomo Frizzoni. La inauguración tuvo lugar, como recuerda la inscripción en el atrio, el 30 de abril de 1876. Así nació el segundo lugar de culto protestante de Lombardía, solo superado por el de Milán.
En el momento de la colocación de la última piedra, la Comunidad Reformada de Bergamo tenía apenas sesenta y nueve años. Fue fundada oficialmente durante la era napoleónica (1807) por un grupo de comerciantes y empresarios protestantes, en su mayoría de origen suizo, al igual que la mayoría de los reformados establecidos en la ciudad; los más destacados entre ellos también fueron los financiadores del Templo, mediante donaciones de tierras o monetarias. Este es el caso de la familia Frizzoni, que ofreció el terreno en el que hoy se encuentra el edificio; grabados y pinturas antiguas muestran que originalmente el edificio estaba rodeado de prados y pequeños bosques, todos propiedad del Palazzo Frizzoni.
El estilo del Templo es neorrenacentista con fuertes referencias al románico y a la obra de Boniforte Solari (siglo XV) en las líneas limpias de la arquitectura y el uso de materiales típicos de la tradición lombarda: terracota para las paredes y piedra para los elementos escultóricos. La fachada es a dos aguas, decorada con arcos, pilastras y una sutil alternancia de tonos de ladrillo; la entrada se encuentra en el centro de la hilera inferior y está sobresaltada por arcos de medio punto, al igual que las dos ventanas laterales. Sobresalen Cristo con ángeles en la luneta y la hermosa roseta de la hilera superior.
En el interior, se encuentra una púlpito de madera y piedra, una exquisita pila bautismal de mármol y un órgano Lingiardi de Pavía, ubicado en la galería interna que domina la entrada. El ábside está decorado con tres vidrieras policromadas que representan a Jesucristo resucitado y los apóstoles Pablo y Juan.
Para llegar a las últimas etapas del itinerario, recorre el camino más pintoresco tomando Via Petrarca que se encuentra casi enfrente del Templo y bordea la monumental Piazza Libertà. Manteniéndote en el lado del Banco de Italia, después de unos pasos podrás acceder a la renovada Piazza Dante que desemboca en el Sentierone a través de un espléndido pórtico columnado. Desde aquí, gira a la derecha y recorre Via Tasso hasta el número 55, donde encontrarás el Centro Cultural Protestante.
En el mismo edificio se encuentra también la Biblioteca Girolamo Zanchi, dedicada a este erudito de origen bergamasco que fue uno de los principales representantes de la comunidad valdense europea.
El barrio es particularmente relevante para la historia de la comunidad valdense local, dado que, ya en los siglos XV-XVII, registraba, junto con Borgo Pignolo, la mayor concentración de residentes de fe protestante, en su mayoría suizos. Es en Via Tasso donde los valdenses fundaron, precisamente, la sede de la primera asociación comercial de la región, y en Borgo Pignolo, uno de los barrios más bellos y antiguos de Bérgamo, se encontraba otra iglesia privada valdense.
Para obtener una visión completa de los lugares protestantes de Bérgamo, 140 metros más adelante, siempre en el lado izquierdo, encontrarás el antiguo palacio y el Parco Caprotti, construidos en el siglo XIX por la familia industrial de Brianza, estrechamente vinculada a la comunidad valdense (como demuestra la creación de la residencia de ancianos Caprotti Zavaritt en Gorle, fundada en 1980).
Además de admirar las preciosas decoraciones del edificio, gracias al extenso jardín también podrás disfrutar de un descanso verde en el corazón de la ciudad, entre lagos y cisnes.
Para llegar a las últimas etapas del itinerario, recorre el camino más pintoresco tomando Via Petrarca que se encuentra casi enfrente del Templo y bordea la monumental Piazza Libertà. Manteniéndote en el lado del Banco de Italia, después de unos pasos podrás acceder a la renovada Piazza Dante que desemboca en el Sentierone a través de un espléndido pórtico columnado. Desde aquí, gira a la derecha y recorre Via Tasso hasta el número 55, donde encontrarás el Centro Cultural Protestante.
En el mismo edificio se encuentra también la Biblioteca Girolamo Zanchi, dedicada a este erudito de origen bergamasco que fue uno de los principales representantes de la comunidad valdense europea.
El barrio es particularmente relevante para la historia de la comunidad valdense local, dado que, ya en los siglos XV-XVII, registraba, junto con Borgo Pignolo, la mayor concentración de residentes de fe protestante, en su mayoría suizos. Es en Via Tasso donde los valdenses fundaron, precisamente, la sede de la primera asociación comercial de la región, y en Borgo Pignolo, uno de los barrios más bellos y antiguos de Bérgamo, se encontraba otra iglesia privada valdense.
Para obtener una visión completa de los lugares protestantes de Bérgamo, 140 metros más adelante, siempre en el lado izquierdo, encontrarás el antiguo palacio y el Parco Caprotti, construidos en el siglo XIX por la familia industrial de Brianza, estrechamente vinculada a la comunidad valdense (como demuestra la creación de la residencia de ancianos Caprotti Zavaritt en Gorle, fundada en 1980).
Además de admirar las preciosas decoraciones del edificio, gracias al extenso jardín también podrás disfrutar de un descanso verde en el corazón de la ciudad, entre lagos y cisnes.
El Centro Cultural Protestante se encuentra en la Via Tasso, en la Baja de Bérgamo, no lejos del Palacio Provincial, y está gestionado por la Fundación del Centro Cultural Valdense.
La ubicación no es aleatoria: durante el Renacimiento, el barrio que se desarrolló alrededor de la calle tenía la mayor concentración de suizos protestantes en la ciudad. Muchos de los palacios que aún la adornan fueron encargados por esas familias, enriquecidas a través del comercio.
El Centro está ubicado dentro del número cívico 55. Después de cruzar la puerta de entrada, se avanza dentro del porticado hasta el patio interior, enclaustrado entre las paredes del antiguo palacio de los Zavaritt y columnas con arcos de medio punto, para encontrar la entrada a la derecha.
En el interior del edificio también se encuentra la Biblioteca Girolamo Zanchi, que conserva más de 5000 volúmenes y el archivo documental de la Comunidad Valdense, con escritos fechados desde 1805 hasta la actualidad.
Inaugurada el 22 de mayo de 1998, la biblioteca tiene su sede desde 2018 en los locales del Centro Cultural Protestante, en un edificio histórico de la Via Tasso que, durante el Renacimiento, era el barrio de la ciudad con la mayor concentración de valdenses.
El fondo de la biblioteca es naturalmente especializado; en su interior se conservan 5000 volúmenes que datan de un período comprendido entre 1700 y la época contemporánea, todos de carácter y cultura protestante. Los sectores son muy variados: desde la historia hasta la exégesis bíblica, desde la teología hasta la literatura, desde la filosofía hasta la política, desde la ética hasta el derecho y la educación.
El corazón del fondo está formado por libros de la Comunidad Cristiana Evangélica de Bergamo. De particular valor son el núcleo de ediciones bíblicas italianas y extranjeras (siglos XVIII-XIX) y el de primeras ediciones italianas de textos reformados.
La biblioteca está abierta al público para préstamos y consulta en el lugar. Desde septiembre de 2012, forma parte del Servicio Bibliotecario Nacional en el Polo Regional Lombardo. Es el lugar ideal para conocer la historia protestante, no solo en Bergamo sino también en Europa, y donde encontrar un debate sin límites confesionales o culturales.
La estructura también conserva el archivo de los documentos producidos por la comunidad valdense de Bergamo entre 1805 y 2002. Antes de la reciente inventariación, los fajos se guardaban en un armario y una caja según las modalidades de gestión originales, que se estudiaron. Esto también permitió verificar la confiabilidad de los instrumentos que acompañan al archivo redactados desde 1846 en adelante.
Junto a este cuerpo documental significativo se encuentra toda la documentación producida por las cargas administrativas de la comunidad, desde 1903 hasta la actualidad.
Queste oasi dagli echi romantici, un tempo giardini privati di nobili famiglie, oggi sono racchiuse tra le vie cittadine e dall’esterno paiono soltanto degli insospettabili cortili; è tuttavia sufficiente oltrepassare l’ingresso di uno di questi, il Parco Marenzi e il vicino Parco Caprotti, per rendersi conto di non essere di fronte ad uno scenario qualunque: moltissime specie di piante (alcune anche secolari!), incantevoli vialetti di ghiaia che attraversano entrambi i parchi, grotte in pietra, statue, piccoli tempietti e laghetti, regalano un’emozione che lascia senza fiato: si ha l’impressione di entrare nel mondo delle favole!
Questi due giardini sono ideali per una passeggiata “da sogno” in completo relax immerso nel verde, in centro città.
