El Palacio Rota -posteriormente Rota Suardi- está situado en Bérgamo Alta y domina la encantadora plaza Mercato delle Scarpe, una de las más antiguas de la ciudad, mencionada en documentos ya en 1263.
Perteneciente en su día al consorcio de zapateros, del que fue sede hasta 1331 como Domus Calegariorum, albergó también durante un tiempo el de los carniceros, conocido como Paratico dei Beccai. A mediados del siglo XIV, en 1353, fue adquirido por Guidino Suardi, descendiente del conde palatino local Teutaldo. Permaneció en posesión de la familia el tiempo suficiente para adquirir características específicas ligadas a su función, jurídico-administrativa: el pequeño balcón de la fachada fue, de hecho, añadido a instancias de Guido, quien, como palatino, tenía derecho a realizar proclamaciones públicas.
Posteriormente, el edificio pasó a la familia Rota, sufriendo otras modificaciones arquitectónicas. Las más importantes, sin embargo, se remontan a 1887, cuando, adquirido por el Ayuntamiento de Bérgamo, fue transformado en estación del funicular que unía Città Bassa con Città Alta. Para hacer posible este uso moderno, el patio inferior se rellenó con tierra, se demolieron partes de las murallas medievales y se añadieron logias en la fachada que da a la Baja Bérgamo.
Desde el punto de vista arquitectónico, el Palacio Rota Suardi es un edificio de tres plantas y planta rectangular, compuesto por dos cuerpos independientes, separados y unidos por el patio situado entre las vías de los dos funiculares.
El cuerpo norte se caracteriza por piedras cuadradas, un balcón con ménsulas de piedra y una imposta con arcos colgantes. Sobre la entrada central hay un fresco con el escudo de Suardi, creado en el siglo XIV a instancias de la familia; junto al águila imperial negra sobre campo amarillo y un león rampante sobre campo rojo, aquí una cartela proclama "vim vi repellere licet" (está permitido reprimir la fuerza con la fuerza). Las logias, cuyos arcos descansan sobre columnas gemelas de hierro fundido, aportan ligereza y luminosidad al cuerpo sur.
En el interior, sobre el patio, hay una gran bóveda con claraboyas que da luz natural a la estancia.
El Palacio Rota -posteriormente Rota Suardi- está situado en Bérgamo Alta y domina la encantadora plaza Mercato delle Scarpe, una de las más antiguas de la ciudad, mencionada en documentos ya en 1263.
Perteneciente en su día al consorcio de zapateros, del que fue sede hasta 1331 como Domus Calegariorum, albergó también durante un tiempo el de los carniceros, conocido como Paratico dei Beccai. A mediados del siglo XIV, en 1353, fue adquirido por Guidino Suardi, descendiente del conde palatino local Teutaldo. Permaneció en posesión de la familia el tiempo suficiente para adquirir características específicas ligadas a su función, jurídico-administrativa: el pequeño balcón de la fachada fue, de hecho, añadido a instancias de Guido, quien, como palatino, tenía derecho a realizar proclamaciones públicas.
Posteriormente, el edificio pasó a la familia Rota, sufriendo otras modificaciones arquitectónicas. Las más importantes, sin embargo, se remontan a 1887, cuando, adquirido por el Ayuntamiento de Bérgamo, fue transformado en estación del funicular que unía Città Bassa con Città Alta. Para hacer posible este uso moderno, el patio inferior se rellenó con tierra, se demolieron partes de las murallas medievales y se añadieron logias en la fachada que da a la Baja Bérgamo.
Desde el punto de vista arquitectónico, el Palacio Rota Suardi es un edificio de tres plantas y planta rectangular, compuesto por dos cuerpos independientes, separados y unidos por el patio situado entre las vías de los dos funiculares.
El cuerpo norte se caracteriza por piedras cuadradas, un balcón con ménsulas de piedra y una imposta con arcos colgantes. Sobre la entrada central hay un fresco con el escudo de Suardi, creado en el siglo XIV a instancias de la familia; junto al águila imperial negra sobre campo amarillo y un león rampante sobre campo rojo, aquí una cartela proclama "vim vi repellere licet" (está permitido reprimir la fuerza con la fuerza). Las logias, cuyos arcos descansan sobre columnas gemelas de hierro fundido, aportan ligereza y luminosidad al cuerpo sur.
En el interior, sobre el patio, hay una gran bóveda con claraboyas que da luz natural a la estancia.
