Gioielleria Recalcati Davide e Figlio

Gioielleria Recalcati Davide e Figlio

Descripción

Con el Distretto Urbano del Commercio encontramos a Marco, nieto del fundador y actual dueño de la joyería, que nos ha contado la historia de su negocio.

La joyería Gioielleria Recalcati Davide e figlio se sitúa en un elegante palacio de comienzos del siglo XX, en cuya fachada se pueden ver las caras de los dos músicos más destacados de Bérgamo: Donizetti y Mayer. 

El abuelo Davide abrió la tienda, “un tío muy audaz”, nos dice Marco Recalcati, dueño actual de la joyería (nacido en 1960) junto con su mujer.

“Mi abuelo combatió durante la primera guerra mundial cuando tenía solamente diez y siete años, era muy testarudo y valiente y hasta fue uno de los pocos que sobrevivieron a la batalla del Piave”. 

Como sucedía a menudo durante esa temporada, los jóvenes no soñaban con un trabajo u otro, porque la vida les proporcionaba una ocasión y el hambre hacía lo demás. Nadie hubiera renunciado a la posibilidad de aprender un oficio. 

Igual paso a Davide, que solamente dos años después de trabajar en una orfebrería abrió su propio negocio. 

Marco, con sus maneras amables, nos describe este abuelo generoso y atrevido que salió como voluntario a África (con el abuelo del ex alcalde Tentorio) y que durante la guerra se fue a Chiasso con el tren, durante los bombardeos, para recoger las mercancías para todos los comerciantes de Bérgamo.  

Un gran trabajador que no sabía qué eran las vacaciones: todavía parece estar agachado en su mesa de trabajo, cuidadosamente guardada en la trastienda. 

Marco, al enseñarnos la máquina que su abuelo utilizaba para grabar los anillos (y que sigue funcionando), recuerda las veces cuando las mujeres llegaban con los anillos gastados para arreglarlos. El abuelo inmediatamente decía “¿Acaso usted tiene un niño enfermo en su casa?” Sabía que el mercurio de los termómetros descomponía el oro y que esto causaba el gasto. 

Davide Recalcati era uno de los “Chicos del ‘99”, aquellos jóvenes llamados a ir al frente cuando todavía no tenían diez y ocho años y que en el año 1981 recibieron el Diploma de honor y la ciudadanía honoraria de Fossalta di Piave. 

Marco, hijo de Mario y de Piercarla - una de las primeras mujeres licenciadas en la universidad Bocconi - empezó a trabajar en la joyería de familia después de una experiencia laboral en Milán, en Corso Buenos Aires, dónde era fotógrafo. 

Su padre tenía mucho intuito comercial: hacía publicidad en los periódicos y fue uno de los primeros - en los años Ochenta - que entendieron las potencialidades de vender los relojes Swatch. “Compro’ 450 relojes en una vez y durante poco tiempo logró’ venderlos todos.” 

Si las herramientas de promoción durante esa época eran los contactos directos y los escaparates, hoy por Marco la presencia en la web y sobre todo en las redes sociales es fundamental: empezó a utilizar estos medios como autodidacta y supo obtener muy buenos resultados.  

Más que un comerciante, Marco se define como un “asesor” con una gran aptitud a leer los matices de la comunicación verbal y no verbal. Más que  todo, le interesan las personas y está convencido de que solamente el trabajo de equipo puede marcar la diferencia.  

Ha sido uno de los fundadores de la Asociación de comerciantes Bergamo InCentro, de la cual es presidente y patrocinador incansable. Además, intuyó la posibilidad de utilizar los grupos WhatsApp para crear una red y lo hizo tan bién que otras ciudades le piden consejos sobre este asunto.  

“La Asociación es muy importante, porque un grupo cuenta más que un individuo y así es más fácil hacerse escuchar, crecer y renovarse. Por desgracia, en este periodo nuestra profesión está en dificultad, pero los que siempre se quejan no sirven para nada”. 

Marco tiene casi sesenta años y su primer nieto está a punto de llegar. Es muy testarudo igual que su abuelo, intuitivo como su padre y tenaz como un auténtico aficionado. 

“No hace falta sentir lástima de sí mismo. ¿Cómo decía ese tio? Hay que tener hambre y ser curiosos”. 

 


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Con el Distretto Urbano del Commercio encontramos a Marco, nieto del fundador y actual dueño de la joyería, que nos ha contado la historia de su negocio.

La joyería Gioielleria Recalcati Davide e figlio se sitúa en un elegante palacio de comienzos del siglo XX, en cuya fachada se pueden ver las caras de los dos músicos más destacados de Bérgamo: Donizetti y Mayer. 

El abuelo Davide abrió la tienda, “un tío muy audaz”, nos dice Marco Recalcati, dueño actual de la joyería (nacido en 1960) junto con su mujer.

“Mi abuelo combatió durante la primera guerra mundial cuando tenía solamente diez y siete años, era muy testarudo y valiente y hasta fue uno de los pocos que sobrevivieron a la batalla del Piave”. 

Como sucedía a menudo durante esa temporada, los jóvenes no soñaban con un trabajo u otro, porque la vida les proporcionaba una ocasión y el hambre hacía lo demás. Nadie hubiera renunciado a la posibilidad de aprender un oficio. 

Igual paso a Davide, que solamente dos años después de trabajar en una orfebrería abrió su propio negocio. 

Marco, con sus maneras amables, nos describe este abuelo generoso y atrevido que salió como voluntario a África (con el abuelo del ex alcalde Tentorio) y que durante la guerra se fue a Chiasso con el tren, durante los bombardeos, para recoger las mercancías para todos los comerciantes de Bérgamo.  

Un gran trabajador que no sabía qué eran las vacaciones: todavía parece estar agachado en su mesa de trabajo, cuidadosamente guardada en la trastienda. 

Marco, al enseñarnos la máquina que su abuelo utilizaba para grabar los anillos (y que sigue funcionando), recuerda las veces cuando las mujeres llegaban con los anillos gastados para arreglarlos. El abuelo inmediatamente decía “¿Acaso usted tiene un niño enfermo en su casa?” Sabía que el mercurio de los termómetros descomponía el oro y que esto causaba el gasto. 

Davide Recalcati era uno de los “Chicos del ‘99”, aquellos jóvenes llamados a ir al frente cuando todavía no tenían diez y ocho años y que en el año 1981 recibieron el Diploma de honor y la ciudadanía honoraria de Fossalta di Piave. 

Marco, hijo de Mario y de Piercarla - una de las primeras mujeres licenciadas en la universidad Bocconi - empezó a trabajar en la joyería de familia después de una experiencia laboral en Milán, en Corso Buenos Aires, dónde era fotógrafo. 

Su padre tenía mucho intuito comercial: hacía publicidad en los periódicos y fue uno de los primeros - en los años Ochenta - que entendieron las potencialidades de vender los relojes Swatch. “Compro’ 450 relojes en una vez y durante poco tiempo logró’ venderlos todos.” 

Si las herramientas de promoción durante esa época eran los contactos directos y los escaparates, hoy por Marco la presencia en la web y sobre todo en las redes sociales es fundamental: empezó a utilizar estos medios como autodidacta y supo obtener muy buenos resultados.  

Más que un comerciante, Marco se define como un “asesor” con una gran aptitud a leer los matices de la comunicación verbal y no verbal. Más que  todo, le interesan las personas y está convencido de que solamente el trabajo de equipo puede marcar la diferencia.  

Ha sido uno de los fundadores de la Asociación de comerciantes Bergamo InCentro, de la cual es presidente y patrocinador incansable. Además, intuyó la posibilidad de utilizar los grupos WhatsApp para crear una red y lo hizo tan bién que otras ciudades le piden consejos sobre este asunto.  

“La Asociación es muy importante, porque un grupo cuenta más que un individuo y así es más fácil hacerse escuchar, crecer y renovarse. Por desgracia, en este periodo nuestra profesión está en dificultad, pero los que siempre se quejan no sirven para nada”. 

Marco tiene casi sesenta años y su primer nieto está a punto de llegar. Es muy testarudo igual que su abuelo, intuitivo como su padre y tenaz como un auténtico aficionado. 

“No hace falta sentir lástima de sí mismo. ¿Cómo decía ese tio? Hay que tener hambre y ser curiosos”.