SANTA MARIA DELLE GRAZIE – BERGAMO

SANTA MARIA DELLE GRAZIE – BERGAMO

Descripción

La iglesia de Santa Maria delle Grazie se sitúa en Bérgamo, en Viale Papa Giovanni XXIII, cerca de los propileos de Porta Nuova. Llegando desde la estación de trenes, es el primer edificio religioso que se encuentra en la ciudad.  

 

El edificio es rico de historia: lo fundo San Bernardino en 1422 como convento francescano. Hacia la mitad del siglo XIX, por causa de los cambios urbanísticos de la ciudad con los cuales se realizó una amplia avenida uniendo la estación de trenes a Puerta Sant’Agostino, la iglesia se derribó y se volvió a construir en otra posición.

 

El plano actual de la iglesia, de cruz griega en estilo neoclásico, fue diseñado por el arquitecto Antonio Preda, que supo crear un edificio majestuoso en armonía con el nuevo entorno arquitectónico de la ciudad, así que se convirtió en el corazón de la ciudad.

 

Sin embargo, del antiguo complejo arquitectónico se conservan el claustro y muchas obras de arte, como por ejemplo el milagroso fresco del Santo Jesús en el altar de madera de Caterina Caniana (1761), “Virgen y Santos” de Giambettino Cignaroli (1752), “Virgen y San Diego” de Enea Salmeggia (1594) y muchos otros frescos. El decorado pictórico de la iglesia, donde destaca la “Gloria de Maria” (1865-68)  pintada en la cúpula, lo realizó Enrico Scuri, director de la Escuela de pintura de la Accademia Carrara.

 


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La iglesia de Santa Maria delle Grazie se sitúa en Bérgamo, en Viale Papa Giovanni XXIII, cerca de los propileos de Porta Nuova. Llegando desde la estación de trenes, es el primer edificio religioso que se encuentra en la ciudad.  

 

El edificio es rico de historia: lo fundo San Bernardino en 1422 como convento francescano. Hacia la mitad del siglo XIX, por causa de los cambios urbanísticos de la ciudad con los cuales se realizó una amplia avenida uniendo la estación de trenes a Puerta Sant’Agostino, la iglesia se derribó y se volvió a construir en otra posición.

 

El plano actual de la iglesia, de cruz griega en estilo neoclásico, fue diseñado por el arquitecto Antonio Preda, que supo crear un edificio majestuoso en armonía con el nuevo entorno arquitectónico de la ciudad, así que se convirtió en el corazón de la ciudad.

 

Sin embargo, del antiguo complejo arquitectónico se conservan el claustro y muchas obras de arte, como por ejemplo el milagroso fresco del Santo Jesús en el altar de madera de Caterina Caniana (1761), “Virgen y Santos” de Giambettino Cignaroli (1752), “Virgen y San Diego” de Enea Salmeggia (1594) y muchos otros frescos. El decorado pictórico de la iglesia, donde destaca la “Gloria de Maria” (1865-68)  pintada en la cúpula, lo realizó Enrico Scuri, director de la Escuela de pintura de la Accademia Carrara.