Alojarse aquí significa viajar atrás en el tiempo, paseando a lo largo de las antiguas rutas fronterizas que marcaron la historia de este pueblo.
Nada más llegar en una de las viviendas tradicionales te vas a sentir parte de la comunidad. Este es el verdadero encanto de Ornica: el pueblo entero se ha convertido en un Pueblo-Hotel. En vez de dormir en las habitaciones de un hotel convencional, te alojarás en las antiguas casas de piedra típicas de esta zona, tratando vivir como un verdadero habitante de esta localidad.
Participa incluso en las actividades tradicionales, como el procesamiento de la lana y la henificación, disfruta el sabor intenso de los quesos típicos, aprende a reconocer las hierbas salvajes con las Mujeres del Monte – Donne di Montagna, un grupo de mujeres de Ornica que van a acompañarte por este viaje de exploración de sus tradiciones.
Los más atrevidos pueden también alojarse en las cabañas en contacto con la naturaleza y en los pastos del Val d’Inferno, a los pies del majestuoso Pizzo dei Tre Signori, en las cabañas alpinas utilizadas para el pastoreo de verano.
Alojarse aquí significa viajar atrás en el tiempo, paseando a lo largo de las antiguas rutas fronterizas que marcaron la historia de este pueblo.
Nada más llegar en una de las viviendas tradicionales te vas a sentir parte de la comunidad. Este es el verdadero encanto de Ornica: el pueblo entero se ha convertido en un Pueblo-Hotel. En vez de dormir en las habitaciones de un hotel convencional, te alojarás en las antiguas casas de piedra típicas de esta zona, tratando vivir como un verdadero habitante de esta localidad.
Participa incluso en las actividades tradicionales, como el procesamiento de la lana y la henificación, disfruta el sabor intenso de los quesos típicos, aprende a reconocer las hierbas salvajes con las Mujeres del Monte – Donne di Montagna, un grupo de mujeres de Ornica que van a acompañarte por este viaje de exploración de sus tradiciones.
Los más atrevidos pueden también alojarse en las cabañas en contacto con la naturaleza y en los pastos del Val d’Inferno, a los pies del majestuoso Pizzo dei Tre Signori, en las cabañas alpinas utilizadas para el pastoreo de verano.
