JAMÓN SERRANO BERGAMASCO “IL BOTTO”

JAMÓN SERRANO BERGAMASCO “IL BOTTO”

Descripción

Todo el mundo hace lo mismo: ¡se esconden las cosas preciadas para que no las roben!
Hace tiempo, los campesinos solían utilizar muchos métodos para esconder los quesos, el lardo y el jamón, como por ejemplo los orujos, el heno o bien unos hoyos de mármol. Sin darse cuenta, activaban unas reacciones químicas transformando estas comidas en algo delicioso.
Probablemente pasó lo mismo con el prosciutto bergamasco producido en Ardesio, en el Valle Seriana Superior: de hecho, hace más de un siglo y medio se solía esconderlo en el heno, siendo el producto más valioso de la matanza del cerdo. ¡El resultado fue una sorpresa apetitosa!


Durante los años Noventa Cà del Botto recuperó este tipo de producción, en Ardesio. De la matanza de cerdos bergamascos de nueve meses o más, alimentados con métodos tradicionales, se realiza el procesamiento inmediato de los muslos y luego las distintas fases de cura, sin que el producto padezca los traumas del transporte.
Un sitio mágico, el aire puro y seco del valle, la comida saludable de los cerdos, aseguran que se realicen las reacciones bioquímicas y enzimáticas a lo largo de la cura, tardando hasta 16 meses. Durante esta temporada, el jamón se almacena en un local cuyo piso está cubierto por heno de mayo, transmitiéndole sus perfumes típicos.
El resultado es algo único: intenso, rico, con el perfecto equilibrio entre dulce y salado y notas vegetales y de fruta seca, sabor refinado y persistente.

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Todo el mundo hace lo mismo: ¡se esconden las cosas preciadas para que no las roben!
Hace tiempo, los campesinos solían utilizar muchos métodos para esconder los quesos, el lardo y el jamón, como por ejemplo los orujos, el heno o bien unos hoyos de mármol. Sin darse cuenta, activaban unas reacciones químicas transformando estas comidas en algo delicioso.
Probablemente pasó lo mismo con el prosciutto bergamasco producido en Ardesio, en el Valle Seriana Superior: de hecho, hace más de un siglo y medio se solía esconderlo en el heno, siendo el producto más valioso de la matanza del cerdo. ¡El resultado fue una sorpresa apetitosa!


Durante los años Noventa Cà del Botto recuperó este tipo de producción, en Ardesio. De la matanza de cerdos bergamascos de nueve meses o más, alimentados con métodos tradicionales, se realiza el procesamiento inmediato de los muslos y luego las distintas fases de cura, sin que el producto padezca los traumas del transporte.
Un sitio mágico, el aire puro y seco del valle, la comida saludable de los cerdos, aseguran que se realicen las reacciones bioquímicas y enzimáticas a lo largo de la cura, tardando hasta 16 meses. Durante esta temporada, el jamón se almacena en un local cuyo piso está cubierto por heno de mayo, transmitiéndole sus perfumes típicos.
El resultado es algo único: intenso, rico, con el perfecto equilibrio entre dulce y salado y notas vegetales y de fruta seca, sabor refinado y persistente.

Dónde puede encontrar este producto

Maridajes

Pan de molde con corteza crujiente, como por ejemplo el “Garibalda”, o sea el típico pan bergamasco; fruta como el melón de Calvenzano, los higos y los albaricoques secos; vino Valcalepio D.O.P. rojo, Terre del Colleoni D.O.P. espumoso, Terre del Colleoni D.O.C. rojo Incrocio Terzi.