San Pellegrino, entre las termas y el refinado stile Liberty

San Pellegrino, entre las termas y el refinado stile Liberty

Descripción

Los antiguos tratamientos termales hoy han sido reemplazados por una nueva forma de bienestar, en un espléndido entorno arquitectónico donde frescos, columnas y tejados  de comienzos del siglo XX se mezclan perfectamente con las instalaciones de diseño más modernas.

A solo 25 kilómetros de Bergamo, en el centro del escenario montuoso de Val Brembana, Sal Pellegrino se había convertido en una localidad de moda y muy frecuentada en el pleno de la irrepetible estación de la Belle Epoque. Desde inicios del 1900 San Pellegrino Termas se habís equipado de estructuras y servicios que asombraban a los turistas y que contribuyeron a difundir la fama.

Se remonta al 1904 el complejo del Casino, con una entrada escenográfica, un monumental escalón y bellos ambientes, entre los cuales el Salón de las Fiestas; al lado, las Termas introducidas en el verde, con salas y porticados donde al despliegue de mármoles, mosaicos, espléndidas vidrieras se acompañaban equipos y servicios a la vanguardia; más abajo, alineado a lo largo del río Brembo, en el cual se asoma con una fachada de 128 metros, el colosal Grand Hotel, construido en el 1905. Al estilo liberty se asociaba el gusto y el placer de vivir de una sociedad cosmopolita.


Sus aguas


Óptimas para combatir los cálculos, las enfermedades del hígado y del aparato digestivo, las fuentes de San Pellegrino eran conocidas desde finales del Medievo, pero fue solo en el 1600 que se empezó a aprovechar las propiedades terapéuticas. Al finalzar el mismo siglo y a principios del 1900 la localidad se convirtió en un centro termal de primer orden. La Gran Guerra señaló la decadencia de las termas, mientras que crecía el aprovechamiento de las óptimas fuentes. El agua mineral S. Pellegrino está en las mesas de todo el mundo.

 


El camino del bienestar

 

Más de treinta y cinco prácticas, instaladas en dos edificios llenos de historia y de encanto, que incluyen piscinas panorámicas, hidromasajes, hidrojets, piscinas sensoriales, cascadas, sendero Kneipp, duchas Vichy, saunas, salas de relajación y solarium natural. Regálate un baño termal en uno de los lugares más famosos de la historia del termalismo.

 

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Los antiguos tratamientos termales hoy han sido reemplazados por una nueva forma de bienestar, en un espléndido entorno arquitectónico donde frescos, columnas y tejados  de comienzos del siglo XX se mezclan perfectamente con las instalaciones de diseño más modernas.

A solo 25 kilómetros de Bergamo, en el centro del escenario montuoso de Val Brembana, Sal Pellegrino se había convertido en una localidad de moda y muy frecuentada en el pleno de la irrepetible estación de la Belle Epoque. Desde inicios del 1900 San Pellegrino Termas se habís equipado de estructuras y servicios que asombraban a los turistas y que contribuyeron a difundir la fama.

Se remonta al 1904 el complejo del Casino, con una entrada escenográfica, un monumental escalón y bellos ambientes, entre los cuales el Salón de las Fiestas; al lado, las Termas introducidas en el verde, con salas y porticados donde al despliegue de mármoles, mosaicos, espléndidas vidrieras se acompañaban equipos y servicios a la vanguardia; más abajo, alineado a lo largo del río Brembo, en el cual se asoma con una fachada de 128 metros, el colosal Grand Hotel, construido en el 1905. Al estilo liberty se asociaba el gusto y el placer de vivir de una sociedad cosmopolita.


Sus aguas


Óptimas para combatir los cálculos, las enfermedades del hígado y del aparato digestivo, las fuentes de San Pellegrino eran conocidas desde finales del Medievo, pero fue solo en el 1600 que se empezó a aprovechar las propiedades terapéuticas. Al finalzar el mismo siglo y a principios del 1900 la localidad se convirtió en un centro termal de primer orden. La Gran Guerra señaló la decadencia de las termas, mientras que crecía el aprovechamiento de las óptimas fuentes. El agua mineral S. Pellegrino está en las mesas de todo el mundo.

 


El camino del bienestar

 

Más de treinta y cinco prácticas, instaladas en dos edificios llenos de historia y de encanto, que incluyen piscinas panorámicas, hidromasajes, hidrojets, piscinas sensoriales, cascadas, sendero Kneipp, duchas Vichy, saunas, salas de relajación y solarium natural. Regálate un baño termal en uno de los lugares más famosos de la historia del termalismo.