El palacio, en Via di Porta Dipinta que conduce hacia la Città Bassa, es famoso por su jardín magnífico y extensísimo, en el cual domina una torre del siglo XIV.
En su interior, una escalinata monumental conduce al piso de las salas mayores, donde Barbelli dio rienda suelta a su maestría y donde las grandes obras maestras de la pintura lombarda (basta recordar que aquí se encuentran obras de artistas de la talla de G.B. Moroni, Bernardino Luini, Cesare Talloni, solo para citar a algunos) dan testimonio de la pasión que desde siempre ha tenido la familia de los Condes Moroni por las bellas artes.
El palacio, en Via di Porta Dipinta que conduce hacia la Città Bassa, es famoso por su jardín magnífico y extensísimo, en el cual domina una torre del siglo XIV.
En su interior, una escalinata monumental conduce al piso de las salas mayores, donde Barbelli dio rienda suelta a su maestría y donde las grandes obras maestras de la pintura lombarda (basta recordar que aquí se encuentran obras de artistas de la talla de G.B. Moroni, Bernardino Luini, Cesare Talloni, solo para citar a algunos) dan testimonio de la pasión que desde siempre ha tenido la familia de los Condes Moroni por las bellas artes.
