Quienes hacen un alto en Ubiale, pequeño núcleo de casas al comienzo del Valle Brembana, tienen la clara impresión de sumergirse en la Edad Media. Se destaca el elegante puente que el conde Attone hizo construir hace más de mil años en el río Imagna, en el punto en que se desemboca en el río Brembo. A Attone, último conde de Lecco y de Almeno, se le atribuye no solo el proyecto del puento, sino también la realización del castillo de Clanezzo y de una fortificación sobre el monte Ubione, que controlaba el acceso al valle Imagna. Del castillo sobreviven algunas partes significativas, entre las que se encuentra la torre. La importancia estratégica de la localidad es confirmada por el hecho de que un camino de herradura descendía al río Brembo, en un punto donde se encontraba un transbordador que conectaba las dos orillas. En su lugar, en 1925 se construyó un puente colgante para permitir el tránsito de los oficiales que trabajaban en las fábricas de la zona. El puente aún hoy se sigue utilizando. Un breve itinerario desde Ubiale a la entrada del río Imagna permite alcanzar los restos de la grandiosa maza para la manufactura del hierro que siguió funcionando hasta hace medio siglo. Incluso en su abandono, el lugar es altamente sugestivo.
Quienes hacen un alto en Ubiale, pequeño núcleo de casas al comienzo del Valle Brembana, tienen la clara impresión de sumergirse en la Edad Media. Se destaca el elegante puente que el conde Attone hizo construir hace más de mil años en el río Imagna, en el punto en que se desemboca en el río Brembo. A Attone, último conde de Lecco y de Almeno, se le atribuye no solo el proyecto del puento, sino también la realización del castillo de Clanezzo y de una fortificación sobre el monte Ubione, que controlaba el acceso al valle Imagna. Del castillo sobreviven algunas partes significativas, entre las que se encuentra la torre. La importancia estratégica de la localidad es confirmada por el hecho de que un camino de herradura descendía al río Brembo, en un punto donde se encontraba un transbordador que conectaba las dos orillas. En su lugar, en 1925 se construyó un puente colgante para permitir el tránsito de los oficiales que trabajaban en las fábricas de la zona. El puente aún hoy se sigue utilizando. Un breve itinerario desde Ubiale a la entrada del río Imagna permite alcanzar los restos de la grandiosa maza para la manufactura del hierro que siguió funcionando hasta hace medio siglo. Incluso en su abandono, el lugar es altamente sugestivo.
