San Pellegrino Terme

San Pellegrino Terme

Descripción

San Pellegrino se denomina también “la perla del Valle Brembana”, y no es difícil creerlo. Los palacios art nouveau, el histórico balneario con las termas, la planta de aguas y bebidas renombrada a lo largo del mundo: ¡esto y mucho más te está esperando aquí!

El Balneario, realizado en 1840, hizo que este pequeño pueblo del valle se convirtiera en un famoso centro turístico por la rica burguesía internacional. Las termas se agrandaron a finales del Siglo XIX, con edificios de estilo “Liberty” o Art Nouveau, el movimiento artístico caracterizado por las líneas curvadas y los arabescos. En pocos años, este movimiento conquistó San Pellegrino llenándolo de unos de los mejores ejemplos al mundo de estilo Art Nouveau, como por ejemplo el majestuoso Casino municipal, el Grand Hotel y la fábrica de embotellamiento del agua.

La mayoría de estas obras pueden visitarse también hoy; unas de ellas han sido restauradas hace poco tiempo y han vuelto a abrirse al público. El Balneario, por ejemplo, forma parte de un elegante spa combinando la arquitectura “Liberty” con un refinado estilo moderno.


San Pellegrino florece entre el Siglo XIX y los primeros años del Siglo XX, acogiendo enteramente las características de la Belle Époque, es decir un difuso optimismo y una nueva gana de diversión y despreocupación.

Durante casi veinte años, San Pellegrino se convierte en el corazón de la vida social bergamasca y no sólo, gracias a la presencia del Balneario, del Casino y del Grand Hotel, elegantes puntos de encuentro de la rica clase medie industrial en busca de diversión. También las infraestructuras aprovechan de estas condiciones positivas: además del ferrocarril conectando el pueblo con Bérgamo, en 1909 se realiza también una funicular para sobrepasar la diferencia de altura de 300 metros separando el pueblo del aldea de Vetta. La Primera Guerra Mundial conlleva una primera disminución de turistas, que sigue durante posguerra del segundo conflicto mundial, cuando el Grand Hotel tuvo que cerrar. Sin embargo, la industria del agua no sufrió alguna crisis y San Pellegrino  sigue invirtiendo en ella a través del embotellamiento, creando una marca exportada y renombrada en cada parte del mundo.

Hoy puedes dar una vuelta al pasado y vivir los mismos fastos de comienzos del Siglo XX, disfrutando del Nuevo Centro Termal recién restaurado e implementado según un diseño que incluye también las obras de restauración del lujoso Casino. 

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San Pellegrino se denomina también “la perla del Valle Brembana”, y no es difícil creerlo. Los palacios art nouveau, el histórico balneario con las termas, la planta de aguas y bebidas renombrada a lo largo del mundo: ¡esto y mucho más te está esperando aquí!

El Balneario, realizado en 1840, hizo que este pequeño pueblo del valle se convirtiera en un famoso centro turístico por la rica burguesía internacional. Las termas se agrandaron a finales del Siglo XIX, con edificios de estilo “Liberty” o Art Nouveau, el movimiento artístico caracterizado por las líneas curvadas y los arabescos. En pocos años, este movimiento conquistó San Pellegrino llenándolo de unos de los mejores ejemplos al mundo de estilo Art Nouveau, como por ejemplo el majestuoso Casino municipal, el Grand Hotel y la fábrica de embotellamiento del agua.

La mayoría de estas obras pueden visitarse también hoy; unas de ellas han sido restauradas hace poco tiempo y han vuelto a abrirse al público. El Balneario, por ejemplo, forma parte de un elegante spa combinando la arquitectura “Liberty” con un refinado estilo moderno.


San Pellegrino florece entre el Siglo XIX y los primeros años del Siglo XX, acogiendo enteramente las características de la Belle Époque, es decir un difuso optimismo y una nueva gana de diversión y despreocupación.

Durante casi veinte años, San Pellegrino se convierte en el corazón de la vida social bergamasca y no sólo, gracias a la presencia del Balneario, del Casino y del Grand Hotel, elegantes puntos de encuentro de la rica clase medie industrial en busca de diversión. También las infraestructuras aprovechan de estas condiciones positivas: además del ferrocarril conectando el pueblo con Bérgamo, en 1909 se realiza también una funicular para sobrepasar la diferencia de altura de 300 metros separando el pueblo del aldea de Vetta. La Primera Guerra Mundial conlleva una primera disminución de turistas, que sigue durante posguerra del segundo conflicto mundial, cuando el Grand Hotel tuvo que cerrar. Sin embargo, la industria del agua no sufrió alguna crisis y San Pellegrino  sigue invirtiendo en ella a través del embotellamiento, creando una marca exportada y renombrada en cada parte del mundo.

Hoy puedes dar una vuelta al pasado y vivir los mismos fastos de comienzos del Siglo XX, disfrutando del Nuevo Centro Termal recién restaurado e implementado según un diseño que incluye también las obras de restauración del lujoso Casino.