¿Es posible que un lugar militar inspire también la creatividad de un gran poeta? Parece que sí: de hecho, el poeta Francesco Petrarca pasó mucho tiempo en sus habitaciones, corrigiendo su obra Triumphi.
La cultura nunca abandonó los salones de este castillo, gracias al precioso museo que puedes visitar dentro de él: después de defender sus habitantes, ¡ahora el castillo de Pagazzano protege su memoria!
En su interior vas a encontrar una interesantísima exposición sobre la vida rural marcando el tiempo del campo alrededor durante siglos, mientras que en la parte multimedia del museo es posible profundizar la historia de este conjunto de fortificaciones caracterizando la antigua frontera entre la República de Venecia y los territorios de Milán.
Aún ahora, estas obras de defensa atraen los visitantes, representando unos elementos distintivos de la llanura bergamasca, insustituibles igual que los campos de maíz y las largas avenidas arboladas.
¿Es posible que un lugar militar inspire también la creatividad de un gran poeta? Parece que sí: de hecho, el poeta Francesco Petrarca pasó mucho tiempo en sus habitaciones, corrigiendo su obra Triumphi.
La cultura nunca abandonó los salones de este castillo, gracias al precioso museo que puedes visitar dentro de él: después de defender sus habitantes, ¡ahora el castillo de Pagazzano protege su memoria!
En su interior vas a encontrar una interesantísima exposición sobre la vida rural marcando el tiempo del campo alrededor durante siglos, mientras que en la parte multimedia del museo es posible profundizar la historia de este conjunto de fortificaciones caracterizando la antigua frontera entre la República de Venecia y los territorios de Milán.
Aún ahora, estas obras de defensa atraen los visitantes, representando unos elementos distintivos de la llanura bergamasca, insustituibles igual que los campos de maíz y las largas avenidas arboladas.
