Arnosto

Arnosto

Descripción

Paredes de piedras, portales arqueados, rastros de frescos: sin embargo, lo que realmente destaca en este burgo es el perfil de sus techos construidos con “piode”, las típicas losas de piedra caliza.
El pequeño pueblo de Arnosto se halla aproximadamente a 1000 metros de altura en el valle Imagna, a los pies de los Prealpes Orobie.

La calle que os lleva hasta Fuipiano, la municipalidad a la que Arnosto pertenece, forma parte del espectáculo: una serie de curvas cerradas os harán disfrutar con unos puntos de vista hermosos del valle.

Os espera un burgo donde el tiempo se ha parado al Siglo XVIII, cuando Arnosto representaba la frontera entre los territorios de la Republica de Venecia y los de Milán.


Aunque sea minúsculo, el pueblo cuenta con unos edificios de gran calidad y representa uno de los ejemplos mejores de arquitectura rústica típica del Valle Imagna.

El diseño cuidadoso se nota no sólo en la superposición de las piedras de los techos, sino también en la composición de las viviendas y en los preciosos portales, que destacan tanto por la decoración de la madera como por la de las aldabas y los cerrojos.

Aun siendo casi desaparecidos, los frescos simbolizan el profundo sentido de religiosidad popular del pueblo.

La pequeña capilla dedicada a los santos Filippo Neri y Francesco da Paola es otra muestra muy interesante. Puede alojar hasta 20 personas y guarda una pintura realizada por Francesco Quarenghi, abuelo de Giacomo Quarenghi.

Además, el museo expone muchas herramientas agrícolas, además de las fotografías representando los habitantes de Arnosto: sus caras nos cuentan más que mil palabras sobre el encanto de este pueblo.

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Paredes de piedras, portales arqueados, rastros de frescos: sin embargo, lo que realmente destaca en este burgo es el perfil de sus techos construidos con “piode”, las típicas losas de piedra caliza.
El pequeño pueblo de Arnosto se halla aproximadamente a 1000 metros de altura en el valle Imagna, a los pies de los Prealpes Orobie.

La calle que os lleva hasta Fuipiano, la municipalidad a la que Arnosto pertenece, forma parte del espectáculo: una serie de curvas cerradas os harán disfrutar con unos puntos de vista hermosos del valle.

Os espera un burgo donde el tiempo se ha parado al Siglo XVIII, cuando Arnosto representaba la frontera entre los territorios de la Republica de Venecia y los de Milán.


Aunque sea minúsculo, el pueblo cuenta con unos edificios de gran calidad y representa uno de los ejemplos mejores de arquitectura rústica típica del Valle Imagna.

El diseño cuidadoso se nota no sólo en la superposición de las piedras de los techos, sino también en la composición de las viviendas y en los preciosos portales, que destacan tanto por la decoración de la madera como por la de las aldabas y los cerrojos.

Aun siendo casi desaparecidos, los frescos simbolizan el profundo sentido de religiosidad popular del pueblo.

La pequeña capilla dedicada a los santos Filippo Neri y Francesco da Paola es otra muestra muy interesante. Puede alojar hasta 20 personas y guarda una pintura realizada por Francesco Quarenghi, abuelo de Giacomo Quarenghi.

Además, el museo expone muchas herramientas agrícolas, además de las fotografías representando los habitantes de Arnosto: sus caras nos cuentan más que mil palabras sobre el encanto de este pueblo.