A excepción de la ultra centenaria funicular que va hasta la colina, serán nuestras piernas las que nos llevaran por un camino donde la belleza está sobre todo en el viaje, con panoramas extraordinarios y arquitecturas encantadoras.
Tras visitar la antigua fortaleza llamada Rocca, la calle principal nos lleva hasta Piazza Vecchia, hermoso corazón de la ciudad, donde si sitúa una de las bibliotecas italianas más antiguas, además del alta torre y sus 52 metros de altura, de subir a pie o bien con el ascensor.
Llenos de fascinación son también los antiguos tesoros alrededor de Piazza Duomo, mientras que los Museos de Piazza della Cittadella nos ofrecen un viaje emocionante entre ciencia y arte. Sin embargo, el descenso hacia la ciudad baja es el momento mejor para disfrutar con el panorama a lo largo de las Murallas Venecianas.
A excepción de la ultra centenaria funicular que va hasta la colina, serán nuestras piernas las que nos llevaran por un camino donde la belleza está sobre todo en el viaje, con panoramas extraordinarios y arquitecturas encantadoras.
Tras visitar la antigua fortaleza llamada Rocca, la calle principal nos lleva hasta Piazza Vecchia, hermoso corazón de la ciudad, donde si sitúa una de las bibliotecas italianas más antiguas, además del alta torre y sus 52 metros de altura, de subir a pie o bien con el ascensor.
Llenos de fascinación son también los antiguos tesoros alrededor de Piazza Duomo, mientras que los Museos de Piazza della Cittadella nos ofrecen un viaje emocionante entre ciencia y arte. Sin embargo, el descenso hacia la ciudad baja es el momento mejor para disfrutar con el panorama a lo largo de las Murallas Venecianas.
128 años de vida y una inclinación del 52% caracterizan los dos vagones de la funicular, la cual conecta los dos niveles de la ciudad y nos acompaña hacia el centro urbano, para hacer el primer alto en la antigua fortaleza, la Rocca, situada en la colina panorámica.
El verdadero corazón de Città Alta nos espera en su Piazza Vecchia, donde cabe visitar el precioso archivo de la Biblioteca Angelo Maj y subir hasta la cima de la Torre Cívica (“Campanone”) para mirar de par en par la belleza de la ciudad y de los valles.
128 años de vida y una inclinación del 52% caracterizan los dos vagones de la funicular, la cual conecta los dos niveles de la ciudad y nos acompaña hacia el centro urbano, para hacer el primer alto en la antigua fortaleza, la Rocca, situada en la colina panorámica.
El verdadero corazón de Città Alta nos espera en su Piazza Vecchia, donde cabe visitar el precioso archivo de la Biblioteca Angelo Maj y subir hasta la cima de la Torre Cívica (“Campanone”) para mirar de par en par la belleza de la ciudad y de los valles.
Decir Piazza Vecchia es igual que decir Città Alta: durante siglos representó el corazón de la política local y sigue siendo uno de los lugares preferidos por los bergamascos para pasar el tiempo en compañía.
Si te sientas en uno de los restaurantes y cafés de la plaza para un desayuno, un aperitivo o bien una cena romántica, estarás rodeado por la belleza. Puedes observar el Palazzo della Ragione, la más antigua de las sedes comunales de Lombardia existentes, y la Torre Cívica, llamada “Campanone”.
En el centro de la plaza puede admirarse la fuente Contarini, regalada a la ciudad por el Podestá Alvise Contarini en 1780, mientras que al lado opuesto se halla el Palazzo Nuovo, el cual fue sede del Ayuntamiento hasta 1873 y ahora acoge la Biblioteca Angelo Mai. En su rico patrimonio de libros puedes encontrar volúmenes antiquísimos y preciosos: incunables, ediciones del Siglo XVI, grabados, manuscritos y otros restos inestimables, que la hacen una de las bibliotecas más destacadas de Italia.
La disposición geométrica de los edificios en la plaza es tan armoniosa que el arquitecto Le Corbusier, visitando la ciudad, dijo que “no se puede mover ni una piedra, sería un delito”.
Palazzo Nuovo cierra el lado de Piazza Vecchia situado más allá de via Colleoni como si fuera un bastidor. Se denomina así en contraposición con el Palazzo Vecchio (“Palacio Viejo”) o Palazzo della Ragione, en el lado opuesto de la plaza.
Se tardó nada menos de tres siglos para construirlo: las obras empezaron en 1604 y terminaron en 1928. Durante tres siglos el edificio fue también la sede del Ayuntamiento de Bérgamo.
Desde 1928 el Palacio acoge una de las bibliotecas italianas más destacadas, la Civica Angelo Mai, la cual conserva pergaminos, códigos, incunables, partituras musicales de inmenso valor. Dentro de la biblioteca, en el centro de la Sala Tassiana puedes admirar los maravillosos globos realizados por Vincenzo Maria Coronelli, cosmógrafo de la república de Venecia. Se remontan al año 1688 y 1692, tienen una circunferencia de casi 3.5 metros y están compuestos por 50 hojas ilustradas. Obsérvalos bien: ¿son tan distintos de nuestros globos?
En el corazón de Piazza Vecchia se yergue la Torre Cívica, llamada Campanone: con sus 52,72 metros de altura, regala un panorama increíble de la ciudad vieja.
Al entrar en esta Ciudadela de 1331vas a encontrar un verdadero itinerario a través de la historia de Bérgamo.
Existe, de hecho, el recorrido guiado de la sección del siglo XIX del Museo Storico di Bergamo, que tiene su sede aquí, además de la ruta pasando por los jardines, los balcones corridos, las torres y los restos de guerra.
Andando por el pasillo exterior, el mismo que recorrían los soldados de guardia hace siglos, darás una vuelta completa alrededor del edificio. Podrás mirar, a la vez, Città Alta, los montes Orobie y la entera llanura.
El paseo por la historia continua en el jardín: ¡descubre los numerosos restos de las dos guerras mundiales!
Desde el viaje sugerente al histórico lugar de culto de la ciudad, con las maravillas artísticas y arquitectónicas de la Catedral de Sant’Alessandro y con el Museo y Tesoro de la Catedral, además de la Basílica de Santa Maria Maggiore, y se acaba emocionándose a lo largo de un recorrido cultural en Piazza della Cittadella, que nos acoge entre las hermosuras del palacio de los Visconti (del siglo XIV) sede del Museo Cívico Arqueológico y las distintas eras geológicas del Museo de Ciencias Naturales.
Desde el viaje sugerente al histórico lugar de culto de la ciudad, con las maravillas artísticas y arquitectónicas de la Catedral de Sant’Alessandro y con el Museo y Tesoro de la Catedral, además de la Basílica de Santa Maria Maggiore, y se acaba emocionándose a lo largo de un recorrido cultural en Piazza della Cittadella, que nos acoge entre las hermosuras del palacio de los Visconti (del siglo XIV) sede del Museo Cívico Arqueológico y las distintas eras geológicas del Museo de Ciencias Naturales.
La primera exposición del actual Museo Arqueologico se encontraba en la Loggia debajo del Palazzo della Ragione, en Piazza Vecchia, donde fue creada como “Colección de antiguallas” y contaba con un serie de epígrafes. Desde entonces la colección cambió su sede muchas veces, debido a la necesidad constante de espacio por el gran número de donaciones de material a lo largo de sus cinco siglos de vida.
En 1960 el Museo se trasladó en un esplendido lugar histórico, perfecto para la gran cantidad de restos para exhibir: de hecho, hoy en día la colección se halla en el Palacio de la Cittadella,d el siglo XIV, construido por la familia Visconti que en aquella época dominaba Milán, en una exposición ampliada y renovada por el evento de Bérgamo Brescia Capital de la Cultura 2023.
El valor histórico del museo se percibe ya al mirar las paredes de este lugar. Visitar el Museo es como viajar a través de la historia de Bérgamo y su territorio, desde las orígenes prehistóricas hasta la dominación longobarda en la Edad Media.
No es raro encontrar a grupos de estudiantes y niños. De hecho, el Centro Didattico-culturale, ya “Gruppo Guide del Museo” fundado en 1981, le da al museo un fuerte espíritu didáctico, organizando muchas visitas guiada, talleres y actividades dedicadas tanto a los niños como a los adultos.
El centro sacro de la ciudad debe su nombre a la impresionante Catedral que se asoma, situada enfrente del Baptisterio, Episcopio y Curia.
Antes de que la Serenissima realizara la actual Piazza Vecchia, ésta era la plaza de la ciudad, dedicada a S. Vicente. Aquí se publicaban convocatorias, se escrituraban actos notariales, se realizaban intercambios y se hacían contrataciones.
Al lado del Museo Arqueologico de Piazza Cittadella, donde se trasladó durante el mismo año (1960), el Museo de Ciencias Naturales guarda la mayoría de las colecciones en sus archivos, así que los expertos puedan investigarlas y profundizar los conocimientos sobre el medio ambiente, sobre especies vivientes y extintas. El museo fue fundado en el año 1861 con un primer núcleo al interior del “Regio Istituto Tecnico”: ¡hoy cuenta con millones de restos!
Antes de entrar, hacemos una advertencia: un mamut enorme va a acogerte en la entrada. No te asustes, ¡es muy amable!
Justo después del guardián prehistórico del Museo, vas a encontrar los restos organizados en grupos: zoología, entomología, geología y paleontología.
Luego podrás admirar a muchos ejemplares de todas las cinco clases de vertebrados, además de la vastísima colección de artrópodos invertebrados: ¡más un millón! Si te apasionaste con Jurassic Park, seguro que te van a encantar los magníficos fósiles llegando no sólo del territorio bergamasco, sino que por cada parte del mundo: entre más de 55.000 restos, el museo guarda también un calco de tamaño real del esqueleto de un Allosaurus, ¡un enorme dinosaurio bípedo!
Una ciudadela fortificada en el punto más central de Bérgamo: ¿con qué propósito? Para defenderse de los ataques enemigos y como presidio en caso de insurrección popular, por supuesto, pero sobre todo para recordar siempre a los súbditos de Bérgamo el poder de sus señores: la familia Visconti, gobernantes del Ducado de Milán y dominadora de Bérgamo desde 1332 hasta 1428.
Hoy este espacio se ha convertido en una preciosa plaza de Città Alta y sigue guardando muchas muestras de su pasado variado. Llegando desde el casco histórico vas a pasar por debajo de la Torre della Campanella: al Oeste vas a encontrar una poterna medieval. Al pasarla verás una calle romana (el breve tramo adoquinado justo antes de la parte del empedrado de guijarros llevando a la poterna) y caminarás debajo de las bóvedas y los pilares cilíndricos de época románica, formando parte de una antigua residencia privada.
Nada más salir del porche, vas a encontrar el jardín La Crotta, un lugar mágico con arboles, arbustos y sendas empedradas de arenisca. Los bancos de piedras escondidos en la vegetación te esperan para una pausa romántica.
El Museo e Tesoro della Cattedrale – Museo y Tesoro de la Catedral inauguró en 2012. Se encuentra por debajo de la Catedral de Sant’Alessandro, donde durante las obras de reacondicionamiento de 2004 se descubrieron unas muestras arqueológicas de la historia de Bérgamo, desde el Siglo X a.C. hasta el XVI Siglo: rastros de asentamientos prehistóricos, de domus romanas, de la antigua iglesia paleocristiana y de la catedral románica.
Con este Museo, le Diócesis de Bérgamo quiere promover la historia de su iglesia, describir los acontecimientos relativos a su construcción y hacer que el visitante disfrute con la atmosfera de sacralidad y belleza caracterizando la vida del antigua Catedral de San Vincenzo, a través de la exposición de preciados objetos artísticos y religiosos.
Áreas verdes coloran las explanadas de las antiguas Murallas Venecianas, regalándonos una increíble vista panorámica y una ocasión para relajarnos en la naturaleza, rodeados por maravillosos ejemplos de historia y arquitectura. Aquí se abren las grandiosas Puertas Venecianas, como la hermosa Porta San Giacomo o bien Porta Sant’Agostino, sede de frecuentes exposiciones de arte contemporáneo. En las Murallas es posible incluso viajar por el tiempo, gracias a las cañoneras de San Michele y San Giovanni, visitables desde abril hasta octubre durante los fines de semana.
Áreas verdes coloran las explanadas de las antiguas Murallas Venecianas, regalándonos una increíble vista panorámica y una ocasión para relajarnos en la naturaleza, rodeados por maravillosos ejemplos de historia y arquitectura. Aquí se abren las grandiosas Puertas Venecianas, como la hermosa Porta San Giacomo o bien Porta Sant’Agostino, sede de frecuentes exposiciones de arte contemporáneo. En las Murallas es posible incluso viajar por el tiempo, gracias a las cañoneras de San Michele y San Giovanni, visitables desde abril hasta octubre durante los fines de semana.
Bérgamo no sería la misma sin su majestuosas Murallas venecianas: más de seis km de largo, lugar ideal para dar románticos paseos, escenario de inolvidables puestas del sol, llevan más de cuatro siglos guardando las bellezas de Città Alta.
El inestimable valor cultural y artístico de las Murallas lo demuestra también el reconocimiento de la Unesco como patrimonio mundial de la humanidad.
La República de Venecia decidió edificarlas en 1561 para detener los ataques enemigos, pero la Historia fue indulgente: de hecho, afortunadamente las Murallas nunca sufrieron algún asedio. De esta manera se preservaron casi intactas hasta el día de hoy.
Están formadas por 14 baluartes, dos plataformas, 100 aberturas para los cañones, dos polvorines, cuatro puertas, además del complicado enredo subterráneo de salidas, pasajes y galerías: ¡no te pierdas la ocasión de caminar dentro de las Murallas y visitar las cañoneras de San Michele y San Giovanni!
A excepción de la Puerta S. Agustín, las puertas que se abren en el perímetro de las Murallas venecianas toman el nombre de iglesias cercanas demolidas para hacer sitio a la imponente fortificación.
En todas las puertas sobresalía el león de San Marcos, símbolo de la República Véneta, y de cada una de ellas salía una importante vía de conexión con las ciudades cercanas: desde Puerta de S. Alejandro el camino que conectaba Bérgamo con Lecco y Como, desde Puerta S. Lorenzo el camino para las localidades de allende los Alpes, desde Puerta S. Agustín el camino que conectaba Bérgamo con la ciudad albufera y desde Puerta S. Jaime el camino hacia Milán. Precisamente esta última puerta resulta ser la más monumental y elegante: con su revestimiento en mármol blanco era visible desde el prado de la feria (hoy Centro Piacentiniano).
Para entrar en la Cañonera de San Giovanni tendrás que bajar unos escalones de hierro en el baluarte homónimo: esta estructura de defensa fue realizada justo aquí hace unos siglos.
Al llegar al antro de maniobra de la cañonera, perfectamente restaurada, vas a sentirte parte de la historia casi de inmediato, entendiendo perfectamente lo que era el arte de la guerra hace quinientos años.
Las cañoneras eran espacios utilizados para alojar los soldados y los cañones defendiendo las Murallas. La apertura de las troneras no se dirige hacia la llanura: no se trata de un error, sino de una estrategia muy precisa.
De esta manera las aperturas de los cañones quedaban amparadas del fuego directo, mientras que podían disparar contra los soldados enemigos asaltando las Murallas. Al volver en superficie vas a notar una compleja estructura de acero. Es una meridiana, un objeto antiguo reinterpretado en clave contemporánea con líneas curvadas y materiales lustrosos: ¡parece casi una instalación artística!
