La tradición dice que cuando Bartolomeo Colleoni abandonó el castillo de Solza, donde había nacido, tenía entre 14 y 15 años. Era tan solo un niño, incluso para aquellos tiempos, y nada presagiaba que estuviera destinado a transformarse en uno de los condotieros más famosos del 1400.
Y el castillo hoy parece insignificante en su modesta estructura del siglo XIV. No obstante, vale la pena visitar el pequeño burgo de Solza, no muy lejos del río Adda, para comenzar un viaje en los lugares y la historia, y conocer los castillos que se elevan en la planicie bergamasca. En esta tierra fronteriza se enfrentaron durante un largo tiempo dos potencias: el Ducado de Milán y la República de Venecia.
La tradición dice que cuando Bartolomeo Colleoni abandonó el castillo de Solza, donde había nacido, tenía entre 14 y 15 años. Era tan solo un niño, incluso para aquellos tiempos, y nada presagiaba que estuviera destinado a transformarse en uno de los condotieros más famosos del 1400.
Y el castillo hoy parece insignificante en su modesta estructura del siglo XIV. No obstante, vale la pena visitar el pequeño burgo de Solza, no muy lejos del río Adda, para comenzar un viaje en los lugares y la historia, y conocer los castillos que se elevan en la planicie bergamasca. En esta tierra fronteriza se enfrentaron durante un largo tiempo dos potencias: el Ducado de Milán y la República de Venecia.
