“Seáis realistas y pedid lo imposible”. Albert Camus habría sido orgulloso de Bérgamo, de sus Murallas y de las 11.507 personas reunidas el domingo 3 de julio para abrazarlas y para abrazarse.
Un récord del mundo para una causa muy noble: la inscripción de la Murallas Venecianas de Bérgamo en la lista de los Patrimonios de la Humanidad protegidos por la UNESCO.
El resultado fue algo increíble: niños, adultos y personas mayores juntos para demostrar su cariño hacia una obra maestra del arte y de la ingeniería construida hace 500 años.